Lo que a veces pasa

Estoy leyendo el libro Good To Great de Jim Collins por estos días y, si bien no lo he terminado, esta semana me encontré con tres párrafos que quiero compartir.

Few successful start-ups become great companies, in large part because they respond to growth and success in the wrong way. Entrepreneurial success is fueled by creativity, imagination, bold moves into uncharted waters, and visionary zeal. As a company grows and becomes more complex, it begins to trip over its own success-too many new people, too many new customers, too many new orders, too many new products. What was once great fun becomes an unwieldy ball of disorganized stuff. Lack of planning, lack of accounting, lack of systems, and lack of hiring constraints create friction. Problems surface-with customers, with cash flow, with schedules.

In response, someone (often a board member) says, "It's time to grow up. This place needs some professional management." The company begins to hire MBAs and seasoned executives from blue-chip companies. Processes, procedures, checklists, and all the rest begin to sprout up like weeds. What was once an egalitarian environment gets replaced with a hierarchy. Chains of command appear for the first time. Reporting relationships become clear, and an executive class with special perks begins to appear. "We" and "they" segmentations appear- just like in a real company.

The professional managers finally rein in the mess. They create order out of chaos, but they also kill the entrepreneurial spirit. Members of the founding team begin to grumble, "This isn't fun anymore. I used to be able to just get things done. Now I have to fill out these stupid forms and follow these stupid rules. Worst of all, I have to spend a horrendous amount of time in useless meetings." The creative magic begins to wane as some of the most innovative people leave, disgusted by the burgeoning bureaucracy and hierarchy. The exciting start-up transforms into just another company, with nothing special to recommend it. The cancer of mediocrity begins to grow in earnest.

Cualquier empresa (área o grupo humano) pierde cosas al crecer. Lo importante es ser consciente de esto y tratar de que lo esencial permanezca.

Seguimos pensando..

Comentarios

  1. Gran libro el que estás leyendo! A mi también me gustó mucho, y muy cierto lo que comentás en tu post.

    Conozco al menos 4-5 ejemplos de empresas que empezaron con una personalidad y estilo muy definidos, y eso cambió tras su crecimieniento, profesionalización o compra por parte de otra más grande.

    Más allá de que el tamaño tiene que ver con esto, creo que el tema fundamental es el "proyecto de empresa". Cuando el startup nace, puede ser meramente como negocio, o también como el proyecto de crear un lugar de trabajo ideal, que sus fundadores no encontraron en otro lado. Quizás, con los años, ese sueño se diluye y queda sólamente lo primero. Si el proyecto de empresa va más allá de lo económico, será más difícil que se diluya aún con el crecimiento, la compra o la incorporación de management profesional.

    Pero, obviamente, no tengo la verdad en esto. Sigamos pensando, como escribís habitualmente. :)

    Abrazo,
    Walter.

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