Mirá vos.. estamos todos enfermos

El otro día vagueando en la web encontré una mención al efecto de Zeigarnik. Wikipedia lo describe así:

The Zeigarnik Effect is the tendency to experience intrusive thoughts about an objective that was once pursued and left incomplete (Baumeister & Bushman, 2008, pg. 122). The automatic system signals the conscious mind, which may be focused on new goals, that a previous activity was left incomplete. It seems to be human nature to finish what we start and, if it is not finished, we experience dissonance.

Básicamente dice algo que intuitivamente todos sabemos: Cuando nos quedan cosas pendientes, nos quedamos pensando en eso (o directamente nos angustiamos) hasta que de alguna manera logramos darle un cierre.

¿Quién no se quedó enganchado luego del trabajo por una conversación que no pudo terminar? o ¿Quién no abrió la notebook otra vez en casa porque si no terminaba lo que había quedado pendiente, no iba a poder dormir bien?

Qué? ¿A nadie le pasa esto último? ¿Soy sólo yo? ¿Yo soy el único con “sentido del deber”? Vamos.. tal vez no será por laburo pero seguro que todos tenemos esta clase de “problemas” con aquellas cosas que nos apasionan.

Bueno.. no sé ustedes pero para mí, saber que mi enfermedad tiene un nombre es reconfortante.

La moraleja es que el consejo de David Allen, de bajar todo al papel para estar más relajado, tiene mucho sentido y es una forma de darle un cierre (aunque sea momentáneo) a los temas antes de dejarlos.

Seguimos pensando..